No es mentira que todos los sectores se están viendo afectados en esta contingencia por el Covid-19, tampoco es mentira que en mayor o menor grado muchos de los responsables de empresas y escuelas están esforzándose en ofrecer soluciones para paliar la situación y seguir avanzando; aún así hay gente que duda de la existencia del virus.
Sin embargo, la educación a distancia es uno de los temas que se han mencionado poco pero que hace mella en las nuevas generaciones de escolares; por supuesto, las escuelas privadas ofrecieron desde un principio una alternativa en línea para continuar con los estudios desde casa. Pero a la escuela pública le ha costado poder encontrar maneras de trabajar para todos. Esto ha resultado en que algunos maestros realmente se encuentren trabajando y aprendiendo para enseñar, pero otros, simplemente se ausenten o sean indiferentes al problema.
Uno de los inconvenientes que queda expuesto, pero continúa siendo ignorado es que, en medio de esta diversidad de realidades en México, y en Durango, la educación a distancia represente más obstáculos que facilidades para los alumnos pues la dispersión del servicio de internet es insuficiente además de deficiente.
Ser foráneo es, de por sí, ya un nivel de dificultad permanente por todos los gastos que implica vivir en otra ciudad y ser estudiante. Con la cuarentena ya extendida, y con el ciclo escolar avanzando, muchos jóvenes se vieron obligados a volver a su lugar de origen, pero esto ha sido ignorado.
Hoy falta visión y apertura por parte de directivos, maestros y gobiernos para buscar opciones que acerquen de manera más plural la educación a los estudiantes que a la fecha sólo ha resultado en clases impartidas sin nivel ni empatía. Por ejemplo, la idealización de las videoconferencias en una región donde, si es que hay acceso a internet la velocidad es mala y las fallas son constantes, y si no, el acceso es caro y el servicio de mala calidad.
Pero sí hay opciones como volver al texto, al correo electrónico o los grupos en redes de mensajería que permiten enviar y recibir documentos sin generar un costo extra por consumo de datos móviles.
Así mismo, plataformas como Facebook, que ofrecen la creación de grupos privados desde donde se puede transmitir video y que este pueda quedar guardado para su posterior consulta que por ser una de las redes más usadas también está incluida en los planes de prepago o pospago de las compañías de telefonía celular, y que en ese caso no implicaría consumo de datos.
La educación a distancia implica cambios, flexibilidad y reaprendizaje, no un endeble montaje de la clase presencial al viento. No se demeritan los esfuerzos, pero se apuntan las realidades. Recordemos nuestro lugar, las diferentes regiones, la ruralidad, y continuemos por un camino de empatía.