Es un pequeño poblado en las cercanías de la ciudad de Canatlán, Durango. Conocido por ser albergue de una de las imágenes religiosas más veneradas en el estado: el Cristo del Divino Pastor. La Sauceda, fue la primera estancia fundada por el franciscano Fray Diego de Espinoza en 1620.
Durante seis meses el Cristo viajero recorre los pueblos de la región, como Nicolás Bravo, La Soledad, Cerro Gordo y otras más donde es recibido con solemnidad por los habitantes.
Esta imagen de origen desconocido es una de las raíces más profundas de la fe católica en Durango; es a La Sauceda donde llegaría el padre Gerónimo Ramírez para iniciar las tareas de conversión de los tepehuanes al cristianismo hacia el año 1596. Es a partir de la devoción que profesan los creyentes que cada año se realizan celebraciones religiosas que son acompañadas con música, danzas y procesiones.
Buscamos una estatua de el Divino Pastor.
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