Aún podemos apreciar las ruinas de la Fábrica de hilados en el poblado de El tambor al norte de la ciudad, fundada en 1840, donde se elaboraba manta trigueña y manta almidonada del trabajo de hasta 260 obreros y 40 telares que funcionaban con una turbina hidráulica y una caldera de vapor. A mediados de la década de los 30’s, el pensamiento sindicalista llegó a los trabajadores de la factoría, ocasionando un conflicto entre ellos y los patrones que culminaría en el cierre definitivo de la industria.
Gracias a Héctor Martínez Arellano por permitir compartir la moneda al público.