Piedra encimada, a la vista de Santiaguillo

Muy cerca de Arnulfo R. Gómez, se encuentra el pequeño rancho Piedra Encimada dentro del territorio del municipio de Canatlán, a la orilla de la carretera federal 23 que se adentra al noroeste del estado de Durango. El pequeño poblado que en su paisaje agreste principalmente compuesto de huizaches y pastos es arropado en tiempo de aguas por una linda vista del cuerpo temporal de la Laguna de Santiaguillo y es fácilmente reconocible por dos rocas encimadas que resaltan en el paisaje junto a las casas.

Piedra Encimada es recordado por ser el lugar del asalto que el 27 de mayo de 1918 los rebeldes comandados por Marcial Ortiz perpetraron contra los viajeros, volando con dinamita los rieles y el ferrocarril que viajaba de Durango a Tepehuanes, deteniendo de golpe la máquina e iniciándose así un enfrentamiento entre la escolta y los bandoleros que dejó al menos cincuenta muertos, entre ellos varios mandos militares.

“GRAN TRAGEDIA DEL HORRIBLE ASALTO QUE SUFRIÓ EL TREN DE TEPEHUANES”.

 Gonzalo Raymundo.

Señores, pongan cuidado

prestarme buena atención;

de lo que acaba de pasar

voy a dar información.

El veintisiete de mayo,

presente lo tengo yo,

el tren que iba a Tepehuanes

sangriento asalto sufrió.

El pequeño rancho de unas cuantas casas es delineado por las curvas y los cerros que hacen de ese tramo carretero un punto peligroso donde se han suscitado varios accidentes. Tras la elevación que al ir en auto hace sentir un repentino vértigo se encuentra el poblado Arnulfo R. Gómez., a unos 4 kilómetros, famoso por sus gorditas.

En Piedra Encimada, puedes llegar y consumir en sus tienditas o fondas familiares, recuerda consumir local y conservar el ambiente limpio.

En las cercanías se filmaron escenas de la película mexicana “La cárcel de Cananea” dirigida por Giberto Gazcón y rodada en 1960 en locaciones duranguenses, con Pedro Armendáriz, Agustín de Anda y Sonia Furió como protagonistas en una historia de bandidos.

Fuentes:

Llanos franqueados y sierras aisladas. Avitia Antonio. 2001.

Deja un comentario